¿De dónde viene el agua?
Por FLOR MARINA CASTAÑO H.
Estudios realizados sobre los recursos hídricos en Colombia permiten confirmar que, pese a la situación relativamente favorable de oferta y disponibilidad hídrica con que cuenta buena parte del territorio nacional (gracias a las condiciones climáticas, topográficas y a la densa red hidrográfica), se presentan señales serias de preocupación, incluso de alarma, en algunos municipios y áreas urbanas del país. Entre ellos, el municipio del Fresno.
Ante la necesidad creciente de sensibilizar a la comunidad frente al buen uso de este recurso vital, mostraremos las principales fuentes de agua que abastecen al municipio. La información fue facilitada por CORTOLIMA y está contenida en el Plan Básico de ordenamiento Territorial, componente Rural del Fresno 1999 2004 (PBOT): "Diagnóstico sobre la calidad del agua para el consumo humano en Colombia", realizado en 2005 y el Plan parcial para la descontaminación de la Cuenca de la Magdalena, año 2.000.
Conocer o recordar sobre la hidrología y dinámica fluvial del municipio, la oferta y demanda de este recurso, las características y calidad de las fuentes hídricas abastecedoras de los acueductos, posibilitará comprender el impacto causado a éstas, por la presión que los habitantes ejercen a sus cauces con el uso y manejo inadecuado que se les da, y reconocer la prioritaria necesidad de contribuir con acciones personales y colectivas en la recuperación y preservación de este importante recurso.
Hidrología y dinámica fluvial
La red hidrológica del Fresno pertenece a la vertiente oriental de la Cordillera Central, específicamente a la gran cuenca del río Magdalena, de la que son afluentes los ríos Gualí y Guarinó, las dos fuentes hídricas de mayor importancia para el municipio, que dividen al territorio en dos grandes cuencas hidrográficas.
La dirección de los principales cuerpos de agua de estas dos cuencas está determinada por el relieve montañoso y las características geológicas de la región. La mayoría de los cauces son cortos, de alta velocidad y medianamente profundos. La cuenca del río Guarinó se encuentra sujeta a la falla Palestina en su parte media, lo que produce un cambio brusco en su dirección, situación que influye también sobre los tributarios, haciendo sus cauces más rectos y cortos, entre los cuales se encuentran las quebradas San Joaquín, Peñas Gordas y Cascabel.
En la parte media se pierde la influencia de la falla geológica. Allí se encuentran afluentes de mayor importancia, como la quebrada Barreto, que abastece a la mayoría de veredas que se encuentra a su paso.
La otra gran cuenca corresponde a la del río Gualí. Se encuentra influenciada en su parte alta por la acción directa del drenaje sobre rocas de tipo metamórfico esquistosas, y granitoides en la parte baja. La morfología de esta zona permite que existan afluentes de gran importancia por su caudal y tamaño, entre los cuales están las cuencas de las quebradas Guarumo, Campeón, Nicúa y los ríos Medina y Sucio.
Oferta y demanda
La oferta hidrológica con que cuenta el municipio se basa en los caudales de los afluentes que nutren las cuencas de los ríos Gualí y Guarinó, fuentes que se caracterizan por presentar importantes caudales en épocas de invierno, y disminuciones moderadas que garantizan el abastecimiento a la población del recurso hídrico en épocas de verano. (Es de aclarar que no todos los drenajes principales que definen las cuencas son abastecedores de acueductos). El agua que abastece el acueducto de la cabecera municipal llega de las quebradas Guarumo, San Antonio, La Granja, La Florida y La Moya; así lo referencia CORFRESNOS, en el formato para inspección sanitaria, diligenciado el 12 de abril de 2007.
Según estudios realizados para el PBOT, la disponibilidad del agua se ve afectada por la calidad del recuro, como lo muestran las tablas sobre caracterización general de las fuentes del municipio, elaboradas con base en la identificación de focos y fuentes de contaminación, mediante metodología propuesta por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). Ésta registra cómo el agua de casi todas las fuentes es utilizada para uso doméstico y agropecuario, y sólo el río Medina tiene uso minero, además de los anteriores.
La calidad del agua
De acuerdo con las tablas mencionadas, se observa cómo la mayoría de ríos y quebradas se encuentra contaminada por algún tipo de desecho, procedente en gran parte de los usos doméstico y agropecuario, y en un solo caso del uso minero.
En cuanto a los desechos de uso doméstico, las fuentes reciben aguas servidas, lanzadas directamente o por alcantarillado. Estos desechos contienen vertimientos orgánicos e inorgánicos, algunos considerados como peligrosos. Los desechos provenientes del uso agropecuario son agroquímicos, sedimentación por erosión o aguas servidas de establos, gallineros, etc. Sin embargo, según el estudio, este tipo de vertimientos puntuales y no puntuales se realizan generalmente en puntos medios de las cuencas, con lo cual no se compromete en mayor grado la cantidad del recurso que se utiliza para consumo humano.
De otro lado, los contaminantes no domésticos más importantes son los derivados de las aguas mieles sobrantes de los procesos de beneficio del café, lo que contribuye de manera directa sobre la afectación del PH de las aguas, aumentando factores como la eutrofización de las mismas, a causa de la gran cantidad de material de tipo orgánico que transportan en sus cauces. Los desechos de la actividad minera, específicamente los producidos por la explotación del oro que se realiza actualmente, corresponden a vertimientos líquidos de mercurio que se lanzan al cauce del río Medina, desecho químico considerado como peligroso.
Teniendo en cuenta lo anterior, las quebradas Barreto y Nicúa, y el río Sucio son las fuentes más contaminadas del municipio, la primera por atravesar una zona de gran densidad poblacional dedicada a labores agropecuarias y los dos últimos por encontrarse muy cerca de la cabecera municipal, convirtiéndose en zonas de descargue por excelencia de las aguas servidas de las viviendas ubicadas en sus márgenes, además de la contaminación ocasionada por la explotación minera, que afecta al río Medina, afluente del río Sucio.
El municipio no cuenta con tratamientos para manejar los desechos. Los residuos urbanos se recolectan dos veces a la semana y su disposición final se hace en el relleno sanitario.
La Actualización del Informe Defensorial No. 39, "Diagnóstico sobre la calidad del agua para el consumo humano en Colombia", realizado por la Defensoría del Pueblo en el 2005, referencia al Fresno como un municipio con muy mala calidad de agua. Por su parte el Plan parcial de descontaminación en la cuenca del río grande de La Magdalena, registra al Fresno como un municipio con alta restricción de la oferta hídrica para consumo humano, y riesgo medio de la alteración de la calidad del agua, por vertimientos orgánicos.
Vayamos a las fuentes
Teniendo en cuenta los lineamentos estipulados por CORTOLIMA para establecer los niveles de contaminación base en los porcentajes de saturación de oxígeno, las fuentes abastecedoras de los acueductos rurales y urbanos tienen entre un 65 y 80°70 de saturación, porcentaje que las clasifica como aguas medianamente contaminadas.
El análisis bacteriológico presenta índices de coliformes por encima de los niveles establecidos como normales por la Seccional de Salud respecto a potabilidad de aguas superficiales. Las características fisicoquímicas indican que la mayoría de las fuentes posee índices permisibles de potabilidad, y en los rangos aceptables o máximos tolerables, respecto a la turbiedad.
Según el formato para inspección sanitaria de sistemas de abastecimiento de agua para consumo humano de la Gobernación del Tolima, Secretaría de Salud, diligenciado por CORFRESNOS ESP el 12 de abril del 2007, la planta para el Tratamiento del agua construida en 1993 en la vereda La Florida no funciona, y tampoco funciona el tratamiento para disposición de excretas. Por tal motivo, se hace prioritario implementar tratamientos convencionales adecuados para destinar el agua al consumo humano.
Cobertura vegetal
La mayoría de cuencas y microcuencas se encuentra bien protegida, presenta una cobertura vegetal de especies nativas, especialmente en sus nacimientos. Con saldo negativo aparecen algunas zonas donde la expansión de la frontera agrícola, a través de la siembra de café, caña y maíz, tiende a ocupar áreas que deberían destinarse a la protección de dichas fuentes, invadiendo
espacios necesarios para la recuperación de sus aguas. En algunos casos, han terminado por afectar especies sembradas para protección de las cuencas en zonas cercanas al cauce, como es el caso de matas de guadua, que se han ido tumbando para darle paso a la siembra.
Las quebradas Betania y San Jorge son dos casos especiales de mencionar: la primera porque conserva una óptima y variada cobertura, ya que su nacimiento se hace en un relicto de bosque secundario poco intervenido, compuesto por gran cantidad de especies nativas y arbustos espesos, durante todo su recorrido. La segunda, porque aunque presenta óptima cobertura vegetal, no satisface la conservación del recurso, por tratarse de especies destinadas para la explotación maderera como pinos y eucaliptos, los cuales requieren grandes cantidades de agua para su sostenimiento. Sin embargo, la quebrada muestra un caudal suficiente, sobre todo en su parte media. Son de resaltar los esfuerzos de la comunidad del sector por reforestar el nacimiento con especies forestales protectoras nativas.
Amenazas hídricas
Se presentan en el municipio procesos de desestabilización de laderas generados por la presencia de ríos cortos de alta velocidad (con excepción de los ríos Guali y Guarinó), por la topografía de relieve abrupto con condiciones de precipitación elevada, así como por la cobertura vegetal heterogénea y las prácticas humanas degradantes, creando surcos por excesiva erosión laminar, hasta convertirse en carcavas incontroladas de gran tamaño, especialmente en las quebradas La Nicúa y Piedras Gordas.
Es mucho el trabajo que aún se requiere para proteger nuestras fuentes de agua potable de la contaminación. Cualquier acción en defensa y protección del agua, por pequeña que parezca, es importante para la comunidad, para el país y para el planeta. Aportar con nuestras acciones positivas, semillas de vida para este fin, es una opción que contribuirá a no comprometer la oferta del recurso actual para las generaciones futuras.